Para saltar te tienes que impulsar. Parte II
Takeshi tuvo problemas para continuar en México y regresó a Japón dejando a Pedro a cargo del negocio. Yo entré después. Tuvimos ayuda de algunas personas que poco a poco fueron abandonando las filas por razones diferentes. A pesar de todo, otras continuaron sin saber lo que vendría; después de todo el fundador se había ido dejando un proyecto inconcluso y a un joven inexperto a cargo de su visión "ofrecer comida japonesa en Yucatán".
Consideremos que Pedro no sabía mucho y es un peso que carga todos los días ya que ofrecíamos platos fuera de las exigencias que nos proponemos ahora. Este peso lo hemos querido enmendar ambos ofreciendo un valioso cambio en nuestro sazón, a veces sacrificando platillos del menú o acortando la jornada de trabajo, ya que las pruebas y el tiempo en la cocina nos exigía demasiada energía.
Somos conscientes que después de esto mucha gente vio con bajas expectativas nuestro trabajo ¿Qué se puede esperar de yucatecos cocinando comida japonesa? Nuestra respuesta siempre fue "denos una oportunidad" y lo siguiente respondería otra pregunta que mucha gente nos hace ¿Cómo aprendieron a cocinar esto?
Pedro ya había vivido con varios japoneses, esto le ayudó a no solo aprender sobre su alimentación, si no también, sobre su modo de vida, cultura y fue así que junto con lo aprendido en unas semanas de trabajo pudimos continuar estables, pero un día llegó una japonesita a nuestro local preguntando por japoneses y la invitamos a trabajar con nosotros. Era una estudiante muy amable que nos ofreció su conocimiento. Aquí comenzaron nuestras clases intensivas de cocina japonesa que dura hasta nuestros días a manos de diferentes personas que han pasado por nuestro comedor. Al final han habido muchos japoneses que nos han mostrado técnicas, nos han enseñado modos correctos de hacer las cosas y nos han aconsejado sobre como hacer la comida más cercana a lo japonés, esto sin contar a los japoneses que solo van a comer y nos dan algunos tips para luego retirarse agradecidos (nosotros lo estamos más). También están los mexicanos que han vivido en Japón o están casados con japoneses/as y nos platican sus experiencias y modos de ver ambas vertientes de la cocina, así como las que han viajado a Japón y nos hablan de sus vivencias.
Han sido muchas palabras las intercambiadas, muchas sugerencias y recomendaciones escuchadas por locales y extranjeros, muchos errores, muchas pruebas, mucho mucho trabajo. Así aprendimos, escuchando, observando y absorbiendo conocimiento sobre Japón y no solo su comida, sino también su cultura y el comportamiento de la gente. Hemos echo amigos y lazos muy fuertes con Japón.
A vísperas de comenzar una etapa nueva esperamos enseñar y aprender más de este precioso arte culinario que indirectamente ha llegado a nuestras vidas.